Ruego porque las vías que sigas te dirijan hacia mí Y si un día llegas con la lluvia, que vos caigas justo aquí Ruego porque al treparme a un árbol me convierta en colibrí Y si en tu tumba crecen flores, todas sean para mí Ruego porque en tu boca santa suene el canto que te doy Si yo muero, que me vuelva eterno en el trino de tu voz Ruego porque en tus tobillos leves no haya marca de prisión Que vos seas una pluma suelta en la brisa que yo soy Voy de vuelta a la tierra, soy del viento y de la hierba Soy signo innegable de que la vida nunca se termina En mi lecho ruego al tiempo, si sos el alma, que yo sea el cuerpo Luego, si sos sangre Que yo sea el cuero del tambor dentro de Algún pecho