Qué bello silba el viento A través de tus plumas al final De mis saetas Qué roja es mi sangre que se enciende al escuchar Los latidos que mantienen tu existencia a la par de la mía Qué costoso es el cruce desde aquél punto flotante En que se encuentra la consciencia tan dormida A este punto donde lo cierto pesa Siempre estoy a gran distancia de lograr el jaquemate Pero tú eres la estrategia Que me pone en la cabeza La corona de laurel Y voy disparando a quemarropa todo lo que nace de ésta boca El sol brilla tanto pues lleva a flor de piel el corazón