Te damos, Señor, nuestras gracias Que mandas de nuevo venir Profetas con tu Evangelio, Guiándonos cómo vivir. Y gracias por todos los dones Vertidos por tu gran amor. Tenemos placer en servirte A ti, nuestro gran Bienhechor. Al sobrevenirnos peligros Que ̮amenazan quitarnos la paz, Tenemos en Dios gran confianza; Vencido será Satanás. De Dios no dudamos en nada; Probamos ya bien Su bondad. Los que a Sión se opongan, Al fin sentirán su maldad. De Dios cantaremos la gracia, Bondad, compasión y amor. Gozamos de Su Evangelio, Alegres de ver su fulgor. Así, a la dicha eterna, Los justos y fieles irán, Mas los que ̮el mensaje rechacen, Tal gozo con Él no tendrán. Letra: William Fowler, 1830–1865.