Esto es una canción prohibida. Nadie jamás sabrá de su existencia. Ahora vuelvo al punto de partida. Estuve tan cerca de la excelencia. Esto es una canción herida pero a nadie le duele más que a mí. Después de un tiempo, ahora comprendí que en el anonimato ha de morir. Y te ofrecí lo que más quería. Y te entregué todo lo que tenía. Y aunque no quiera reconocerlo aún te echo... Te echo de menos. Esto es una canción suicida. No sé cuáles serán sus consecuencias. Pero como dijo un tal Sabina. Aprendí del error, cumplo sentencia. Y te ofrecí lo que más quería. Y te entregué todo lo que tenía. Y aunque no quiera reconocerlo aún te echo... Te echo de menos. Y te amé por encima de todo. Duele reconocerlo Pero sé que de algún modo Siempre serás mi espina clavada hasta el final.