A un hombre de rancho miran pasar,
Allá en la cierra, lomo de un buen ejemplar,
Bota y sombrero, no pueden faltar,
Y en el tacón la espuela siempre ha de brillar,
Muy tranquilón y también es calmado,
Rara vez acelerado, se enfiesta con la banda jalando,
Liberado en su prisión sobrado baila bien el balanceado,
Cuadra Monserrat lo ha enseñado,
La sierra del tigre y rancherías,
En las cabalgatas y también las jaripeadas,
En el volantín y la manzanilla,
Pueblos mágicos en valle y Mazamitla
El gavillero un español tornillo que pal baile muy lucido,
El engaño también es tornillo,
Es el gemelo, un azteca alvino,
Todos son del mismo dueño,
Les hablo del profe de los pinos.
La estampa fina, de lejos miran,
Ahí bien el Sander, un Frision impresionante,
Hijo de López es el que arrienda,
Todos los cuacos que le manda hacer el hombre,
Ahí en tuscueca también bailan finos los caballos de los pinos,
San Luis Soyatlan con los amigos,
Hay vienen varios calando parejo, si por esto ahí los dejo,
Se despide el profe de los pinos.
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