A dónde vas tan deprisa señorita te pregunto,
Te agradecería en el alma, Si atendieras un segundo,
Vengo de lejanas tierras por la vida dando tumbos,
Y ahora que nos conocemos, señorita mucho gusto,
Óyeme bien señorita, déjame explicarte un punto,
Yo no soy un hombre malo, ni tampoco un vagabundo,
Te confieso señorita que ninguna de este mundo,
Me gustó como me gustas con este amor tan profundo,
Pero al mirarte tan linda,
Hay señorita no controlo estos impulsos,
De la flor que no se corta,
Mi señorita se pudren hasta los frutos.
Alegrando corazones con los dos ojitos tuyos,
Tu hermosura es de la rosa, cuando sale del capullo,
Y tus gracias juveniles alumbran como cocuyos,
Que son grandes tus hechizos, el pueblo carga el murmullo,
Dame una cita de amor, hecha por tierra el orgullo,
Que siento que el alma mía, se encontrara en plenilunio,
Yo seré tu marinero, tu amor número uno,
Sin el golfo de cupido, no ha navegado ni uno,
Ven a salvarme la vida,
Hay señorita que me siento moribundo,
Concédeme el galardón
Mi señorita de ser tu novio en el mundo.