No tuviste la idea jamás de humillarla No tuviste la idea jamás de condenarla No tuviste la idea jamás de postergarla Como aquellos que con piedra en mano Querían apedrearla. No tuviste la idea jamás de hacerla sentir inferior No tuviste la idea jamás de hacerla sentir posterior Inclinado hasta su bajeza pudiste mirarla Enseñándonos que aun siendo Dios Pudiste salvarla. Ni yo, ni yo te condeno Ni yo, ni yo te condeno Donde está? quien lo hizo primero Donde están porque ya se fueron. Fácil es ver la culpa ajena Fácil es emitir condena Fácil es preparar la piedra Pero a la autoridad de su voz el perdón entrega. No tuviste la idea jamás de hacerme sentir inferior No tuviste la idea jamás de hacerme sentir posterior Inclinándote a mi bajeza pudiste mirarme Enseñándome que aun siendo Dios Quisiste salvarme.