Lo escaso en las manos de Dios, multiplicado es. Lo pequeño en sus manos, se hace grande. Lo débil en sus manos, se hace fuerte. Y el cansado, en sus manos, recibe fuerzas. De una pequeña nube, Dios desata una tormenta. De una vasija seca, el aceite no cesa. Y de la estéril Dios levanta una gran nación. Es así, el poder, de nuestro Dios. Porque el puede todo, dueño de todo poder. Si él está conmigo puedo enfrentar gigantes, y los puedo vencer. Puedo andar en el desierto, y no morir de sed. Si Dios está conmigo en este camino, no temeré. Porque el puede todo, dueño de todo poder: El Dios que ve mi camino y que cuenta mis pasos. Confiada estaré. Puedo ser perseguida, pero jamás alcanzada. Puedo ser derribada, pero jamás destruida. Puedo estar en apuros, él es mi esperanza. Y aunque atribulada, pero no me desampara. Porque el puede todo, dueño de todo poder. Si él está conmigo puedo enfrentar gigantes, y los puedo vencer. Puedo andar en el desierto, y no morir de sed. Si Dios está conmigo en este camino, no temeré. Porque el puede todo, dueño de todo poder: El Dios que ve mi camino y que cuenta mis pasos. Confiada estaré.