Siempre pidiendo peras al olmo. Nunca arreglando el porvenir. Siempre robando a quien le cuesta sobrevivir. Desde un despacho, siempre dispuestos sonreís. Cuantos ladrones con corbata merodeando por tu ciudad, Con guante blanco y pluma de plata Es la sentencia que has de firmar. Alza la vista al cielo. Pide otra explicación. Ponte a remar de nuevo contracorriente tu timón. Que nunca te falte de comer, nunca te falte de beber. Que te traten como ayer, cuando ibas como un pincel. Mirando el mundo entre cartones. Soñando un nuevo amanecer. Donde la vida te sonríe al fin. Sin desear desaparecer. Alza la vista al cielo. Pide otra explicación. Ponte a remar de nuevo contracorriente tu timón. Que nunca te falte de comer, nunca te falte de beber. Que te traten como ayer, cuando ibas como un pincel.