Amor de Dios, gracia irresistible que perdonó los pecados de mi alma y encontró en mi corazón a la oveja que se extravió del redil y la rescató. Caricias sentí en lugar del castigo, y donde hubo dolor dos manos traspasadas vierten un bálsamo de amor restaurando a mi ser y a sus pies puedo descansar. Redentor de mi alma, fue tu amor mayor que toda la maldad del mundo, el velo se rasgó y sin temores hoy puedo estar ante mi Dios. Aunque la noche oscura se presente, puedo oír los pasos del Maestro y en su caminar yo se que las huellas de su verdad me guiarán a la eternidad. Amor de Dios, gracia irresistible que perdonó los pecados de mi alma y encontró en mi corazón a la oveja que se extravió del redil y la rescató. Redentor de mi alma, fue tu amor mayor que toda la maldad del mundo, el velo se rasgó y sin temores hoy puedo estar ante mi Dios.