Vuelves a decir, Con alardes de control, Que es solo un juego para ti Y que dominas esta situación. Y vas a empezar, Por entenderlo todo al revés, Y vas a acabar, Por cometer alguna estupidez. Dime que no te engañas, Dime que nunca fallas. Que no vas a dudar, Con lo difícil que es decir que no. Dependerá de ti, Entre tanta indiscreción, Que quieras confiar en mí Y en las paredes de esta habitación. Y vas a empezar, Por entenderlo todo al revés, Y vas a acabar, Por cometer alguna estupidez. Dime que no te engañas, Dime que nunca fallas. Que no vas a dudar, Con lo difícil que es decir que no. Dime que no te engañas, Dime que nunca fallas. Que no vas a dudar, Con lo difícil que es decir que no. Te mata la ansiedad, La eterna tentación, La amarga intensidad Y el morbo del error. Dime que no te engañas, Dime que nunca fallas. Que no vas a dudar, Con lo difícil que es decir que no. Dime que no te engañas, Dime que nunca fallas. Que no vas a dudar, Con lo difícil que es decir que no. Dime que no.