Semáforos en ámbar, Los pájaros levantan vuelo. Ventanas entreabiertas Que dejan que se escape el amor. Hay millones de maletas Pero no hay nadie en la estación. Por la radio anuncian Que se acerca una tormenta. De las voces de la calle Sólo quedan ya los ecos Y se dice que en el cielo Se agotó la compasión. En los garitos y en los templos Suena la misma canción. Todo el mundo sabe Que esto va a ponerse feo. Nadie está a salvo de los aguaceros Si donde llueve es en el corazón. No hay refugio, tú y yo lo sabemos. Otra vez llegó la hora de los lamentos. Brotan desengaños Donde ayer planté deseos. Todo está muy claro Dentro de la confusión. Mil problemas esperando Y vence el plazo del dolor. Ojalá despierte Y vea que todo ha sido un sueño. Nadie está a salvo de los aguaceros Si donde llueve es en el corazón. No hay refugio, tú y yo lo sabemos. Otra vez llegó la hora de los lamentos. En los garitos y en los templos Suena la misma canción. Todo el mundo sabe Que esto va a ponerse feo. Nadie está a salvo de los aguaceros Si donde llueve es en el corazón. No hay refugio, tú y yo lo sabemos. Otra vez llegó la hora de los lamentos. Otra vez llegó la hora de los lamentos.