El silbato caliente El azul de las seis menos diez La fiambrera perenne Y la carga para merecer Los chavales se agolpan en la puerta Ya no piensan ni preguntan por qué ¿Qué hay de mí? La rutina y la necesidad Te arrastran y no puedes huir Sólo queda gritar y pararte a pensar Sólo queda gritar ¿Qué hay de mí? Si la voz no te alcanza Y si el viento no permite volar La escritura no basta Y tu mente no consigue expresar Eres más que palabras e ideas Más que un himno, eres libertad ¿Qué hay de mí? La rutina y la necesidad Te arrastran y no puedes huir Sólo queda gritar y pararte a pensar Sólo queda gritar ¿Qué hay de mí? Salir de la pradera Para endurecer las zarpas Nutriendo los caminos Donde brotar la zancada No apoyo la calma El horizonte vertical a las espaldas Cae en vuelo nuestra carne Con ancla en interrogantes Lucha ahogada Llueve nuestra confianza En una inexistencia inhabitada ¿Qué hay de mí? Bucear la gravedad De la trayectoria Hasta palpar La tensión de la gloria ¿Qué hay de mí? Reposar la angustia El golpe ya lejano No es mi sangre Pero son mis manos ¿Qué hay de mí? Volver a suelo firme Olvidar los plazos Sólo una certeza Y es este trabajo ¿Qué hay de mí? ¿Qué hay de mí?