Un trago por los maestros, Maestros, que en sus trece, Aún conservan la memoria de la historia En el exilio, y sus caminos. Un trago por los cantantes, Cantantes, que no hacían gracia Pues cantaban contra el dueño de sus sueños, Y sus delirios clandestinos. Cientos de vidas sin nombre que, Después de siglos de golpes en el panal, Hoy salen como un tornado Más de un millón de aguijones para empezar A darle luz a la noche, La noche más larga, Después de siglos de golpes en el panal, hoy se ilumina la noche. Un trago por las mujeres, Mujeres, que en talleres Se tragaron la saliva con espinas, Artesanas del silencio. Un trago por las ausentes, Ausentes, desaparecidas, Poemarios emigrantes Redoblantes de calvarios. Cientos de vidas sin nombre que, Después de siglos de golpes en el panal, Hoy salen como un tornado Más de un millón de aguijones para empezar A darle luz a la noche, La noche más larga, Después de siglos de golpes en el panal, hoy se ilumina la noche. A darle luz a la noche, La noche más larga, Después de siglos de golpes en el panal, hoy se ilumina la noche. Hoy se ilumina la noche. La noche más larga La noche más larga La noche más larga La noche más larga