Ya la mar está tranquila Torna el céfiro las olas Se oyen tiernas barcarolas De su barca al pescador Y a lo lejos se divisan Los despojos de una quilla De una triste barquecilla Que en la noche naufragó Y una madre dolorida Llora y grita sin cesar Que el hijo que ella tenía Se lo ha llevado la mar Hijo mío ven No seas mi tormento Torna a Sorrento Y hazme feliz Hijo mío ven No seas mi tormento Torna a Sorrento Y hazme feliz.