Salvaje tímida y recelosa de los humanos Cálida y fría, nunca la domesticaron Piel gruesa a 50 bajo cero, y en el reclamo de la muerte Una bacante ausente, sujetando un ramo Susurrándole a la noche, esperando una respuesta Comunicando el fin del miedo que tantos detestan Encima un velo negro sin ocultar la muestra del valor En el semblante aullando hasta dejar la garganta seca 7 lunas en el pecho, señalando el camino Mirando al cielo y en la distancia brillaba el ave divino Este lejos del suelo cortante y cristalino Ella lo pisaba, descalza con grilletes de platino Tinta en la piel envuelta en un significado Mirada fría menos para aquel que la ha escuchado Ojos brillantes del color que emana el bosque Reflejando la pureza, atravesando el horizonte En la verticalidad de los gigantes de madera, corre libre Lleva dentro tanto fuego entre la bruma Hace frente, resiliencia ya latente, no se esfuma Huyendo del dolor de las manos del hombre Atemporal bajo la luna azul en la noche del 31 Conectando consigo en la montaña sin respirar el humo Bajando el ruido molesto de la ciudad del inoportuno Sentándose en el vértigo del risco en ayuno Ella, dócil y consecuente, asustada y elocuente Capaz de besar tu frente o de morderte con sus dientes Atisbando lo presente lo futuro y lo candente Acurrucada en el relente a la verdad, ella no miente A veces ahogada en la mar, atada por la cadena De un ambiente anti-familiar, la familia quema A veces llena, a veces hay que encontrarla, cinderella Y otras reflexionar las cosas, construyendo poemas Y sé que cada uno de los versos que profiero Te acompañan, porque entiendes lo que canto cuando desgarro mi alma Corrimos juntos de la mano en esa noche onírica En donde nuestras manos tocaron sus palmas Sabiduría interior, confianza y equilibrio Comunicación y compasión, el tótem personificado Lealtad y protección en el abismo Llenas de luz la senda con significado Criatura de Dios salvaje, nunca te han doblegado, no paras Correrás siempre en el viaje, porque nadie te ha alcanzado Vistes de rojo en el cuerpo cuando hieres acorralada Seguiré tus huellas siempre para enunciar que te amo 12 versos 12 meses 1 año completo menos Nunca olvides que tus fauces pueden morder el veneno Que eres luz y purificas la montaña con tus dedos Mentiría si negase que te echo tanto de menos