Aquel átomo de plutonio era pacifista Los átomos de plutonio generalmente han sido Identificados por su carácter explosivo y violento Así como por sus intensas reacciones en cadena Ante la más mínima provocación Por lo que este átomo pacifista constituía una verdadera rareza Sus padres dos átomos conservadores Y mal encarados, como debe ser Avergonzados por la extraña actitud de su hijo Lo llevaron con un psicoanalista atómico El electrón libre, ese era el nombre del psicoanalista Lo recibió en su despacho muy contento De tener por fin un paciente Ya que al parecer en estos niveles atómicos y moleculares Son muy inusuales las desviaciones de conducta Además este átomo en particular Provenía de una familia tradicionalmente explosiva Y belicosa Sus abuelos habían explotado en Hiroshima Sus tíos eran ampliamente conocido en los atolones del pacífico Y en la actualidad varios de sus primos ofrecían sus servicios En Pakistán, la India, Irán y Corea del Norte Todo esto hacia más incomprehensible aún La actitud del átomo pacifista que se negaba a explotar Como todos los demás Este extraño comportamiento ya había sido detectado Por los científicos nucleares que habían visto Frustrados sus experimentos sin ningún motivo Los de Greenpeace más intuitivos ya sospechaban algo Y trataban de ponerse en contacto con el átomo Para hacerle una entrevista y Publicarla a todos los diarios del planeta Pero el átomo pacifista callaba sus motivos El electrón libre diagnosticó una personalidad bipolar En su fase depresiva Y aseguró que al entrar a fase maniaca seguramente explotaría Librando a su familia de la ignominia y la vergüenza Pero tiempo pasaba y el átomo pacifista ni hablaba ni explotaba Los científicos nucleares dejaron de confiar En los átomos de plutonio Su familia se hundió en la depresión Y terminó convirtiéndose en materia inerte Y el joven átomo pacifista que solo trataba de contrariar a sus padres Como suelen hacer los átomos adolescentes Asustado de todo lo que había provocado su actitud Huyó con una molécula hippie y no hemos vuelto a saber