Cuando el reloj marque las doce, abriremos las ventanas. Para que llegue la esperanza. Quien quiera cantar, que cante. Quien sepa rezar que ofrezca una oración. Cuando el reloj marque las doce, doblaremos las campanas. Y que conjuren la venganza. Quien quiera cantar, que cante. Quien pueda soñar que ofrezca una ilusión. Que pronto se hizo tarde, amor. El fuego ya se consumió. Sí Prometeo nos lo cedió apenas ayer. Cuando el reloj marque las doce, encenderemos otra hoguera. Bailaremos una danza, que purifique la tierra. Quien quiera cantar, que cante. Quien deba llorar, que llore. Pero no olvides que en tu alma, hay sombra, luz y esperanza. Quien quiera matar, que calle. Cuando el reloj marque las doce, abriremos las ventanas. Para que llegue la esperanza. Quien quiera cantar, que cante. Quien sepa rezar que ofrezca una oración. Cuando el reloj marque las doce, doblaremos las campanas. Y que conjuren la venganza. Quien quiera cantar, que cante. Quien pueda soñar que ofrezca una ilusión. Que pronto se hizo tarde, amor. El fuego ya se consumió. Sí Prometeo nos lo cedió apenas ayer. Cuando el reloj marque las doce, encenderemos otra hoguera. Bailaremos una danza, que purifique la tierra. Quien quiera cantar, que cante. Quien deba llorar, que llore. Pero no olvides que en tu alma, hay sombra, luz y esperanza. Quien quiera matar, que calle. Que sepulte su rencor.