Puedo sentir la piel Del perfume de un naranjo Sobrevolándome Más allá del corazón Olores que una vez Derramaron su fragancia Sobre un pequeño amor Aromándome la infancia Puedo aspirar la voz De una dama de la noche Tibia pureza en flor De la niña de mis sueños Que se perdió en la luz De un jardín abandonado Cuándo su ángel bailó Bajo un cielo desvelado La calle ve pasar Un malón de madreselvas Mítica evocación Del beso que no le dí Bajo el rosal azul Una noche de verano Ella se despidió Con espinas en la mano