Un día tembló y en su mano erguía una flor Temblaba la sombra que sostenía a sus ojos que se inundaron Recordaba así la sinceridad y a un amor que nunca pudo obtener Y un pétalo cayó Sobre sus días amargando su débil voz. La triste veracidad es cuando oís a quien llora Para así secar sus lágrimas antes de sentir su voz, antes de que caiga. Contempló nervioso la puesta del sol Sus ojos cándidos contemplaban todo El horizonte de aquel silencio. Sabía que ya nunca iba a poder apreciar Como el valle comenzaba a reir Y así elevó sus brazos al cielo Antes que amanezca gris Susurra alguna frondosa cañada Y un gallo canta. Su pie derecho se apoyó antes que amanezca gris Y su cuerpo formo parte del silencio Como un lago que se extiende al fin. Aspiró en la inquietud como miraban a sus pétalos que caían para no volver. Y así cayeron sus días del miedo antes que amanezca gris. Levantó su párpado agitado cuando todo se tornaba gris Antes de que caiga. Contempló nervioso la puesta del sol Sus ojos cándidos contemplaban todo el horizonte de aquel silencio. Sabía que ya nunca iba a poder apreciar como el valle comenzaba a reir Y así elevó sus brazos al cielo antes que amanezca gris La triste veracidad es oír a quien llora Para así secar sus lágrimas antes de sentir su voz