Aún miro hacia el Este para ver si encuentro algo de paz. Y tu esencia no se ha ido de mi abrigo, siempre estás aquí. La cabeza siempre alta. Tú mantente firme y ten tu sonrisa como arma. Y prométeme que estarás bien... Aún guardo tus palabras en la página de un libro que me recuerda que estoy vivo, que no tenga miedo a crecer. La sonrisa siempre abierta. Tú no te preocupes más. Me enseñaste a estar alerta, por si alguna vez vuelvo a caer. ¿Llegaré a tiempo para poder gritar "buenas noches, duerme a salvo"? Prométeme que estarás bien.