Cientos, miles de rascacielos emergen de entre el suelo. Fuertes, firmes, inmensos gigantes se yerguen hacia el cielo. De todo lo que da esta gran ciudad yo solo cogería un pequeño rincón donde alcance el sol un rato cada día Cientos, miles de líneas de piedra dibujan en la tierra carreteras por donde vuela el humo y corre el hierro. De todas las que dan con esta gran cuidad yo sólo cogería una sin final para poder viajar el resto de mi vida Contigo dormida en la almohada que mi hombro te ofrecería. Con tu cara sobre la sábana en que mi camisa se convertiría.