Bienaventuradas estas manos Estas clavículas en paso incierto por las lomas Dolorosas de mi cuerpo blanco Porque sé que desconoces... La costa entre el infierno en los Estados de Sitio Porque sé que desconoces... El olor del amoniaco recubriéndote el espanto Porque nada sé de ti Que no sea el paso de los bueyes por el rostro Porque nada sé de ti Porque nada sé de ti Que no sea el paso de los bueyes por el rostro Porque nada sé de ti Porque nada sé de ti Que no sea el paso de los bueyes por el rostro Porque nada sé de ti Porque nada sé de ti Que no sea el paso de los bueyes por el rostro Porque nada sé de ti Porque nada sé de ti Para dejarme matar he de dejar de mirarte