Cuántas veces yo mentí, Cuántas veces yo fingí Cariño sincero. Cuántas veces me obligué A entregar por compasión Mi falso deseo. Mi penitencia ya pagué, Por los daños que causé Con dolor y llanto. Mas aún no te había encontrado Ni me había embrujado Por la nieve de tu piel. Pues contigo yo hallé, En tu excelencia, mujer, El amor verdadero. Entre tus muslos, arropado, Entre tu cuerpo, morir y nacer, Incendiándome en tu vientre Y bebiendo de tu boca El mayor manjar del mar. Y nos vamos a coger, Sí, nos vamos a coger, Muy fuerte las manos. Y voy a morir de amor, Entre tus labios de arriba Y tu monte de abajo. Y me vas a amamantar En este mundo desierto Y me vas alimentar Para ser un hombre.