Están los rascacielos mordiéndose la cola Como un largo silencio ahorcado en un lamento. Las grietas se aferran con sus brazos a la tierra Como un mar de odio ciego, es la medalla de su peso. Sobreviviremos, Sobreviviremos, Sobreviviremos, Sobreviviremos. Mientras insultemos a nuestros insultos, Mientras insultemos a nuestros deseos, Las cruces envidiosas ardiendo del revés, Vendiendo a nuestros hijos quemados en incienso. Esta es nuestra tormenta de tormento, Es nuestra tormenta de tormento. Que no escupe lluvia, Que no riega el suelo, Que estrangula corazones En el caldo del miedo. Esta es nuestra tormenta de tormento, Es nuestra tormenta de tormento. Desertiza nuestra sangre, Nos hunde en el olvido, Quemando a las brujas, Azuzando a los necios. Esta es nuestra tormenta de tormento, Es nuestra tormenta de tormento. Están los rascacielos mordiendose la cola Como una santa guerra aplastando nuestros besos. Los pescados rojos adornan nuestros duelos, Sus gritos nos aman, nos venden sus cuerpos. La cárcel de las nubes siempre nos espera, Enredando nuestros nervios en el laberinto. Cielo-infierno. Cielo-infierno. Esta es nuestra tormenta de tormento, Es nuestra tormenta de tormento. Tormenta de tormento, Tormenta de tormento.