En el espejo del miedo no cabe ya la ciudad Cicatrices que madrugan y se vuelvan a acostar Ilusiones frustradas en este incierto devenir Turbio el día transcurre. Sueños que no tienen fin En la ciudad de la inocencia no se puede respirar Los niños arrugados y cansados de esperar Los viejos mueren de tristeza absorbidos por sus miedos Turbia la noche regala un chorro urbano de frescor Una noche en la ciudad. Una turbia noche en la ciudad