Al fin llegué a contemplar, Desde el barranco mi existencia terrenal. Y aquí me ve, vengo a contar, Todo el milagro y las fatigas del andar. Y hay más, Hay más, Hay más. Ya sin querer disimular, Toda la sarna, sus picores y el rascar. No se hable más, Ni bien, ni mal Soy el enfermo sin las ganas de curar. Y dele al play, vine a jugar, Hasta que cuerpo y alma se resista. Discúlpenme que insista, Soy del escombro, su perfume y el azar. Y hay más, Hay más, Hay más. Hay más, Hay más, Hay más