Por las calles de mi pueblo, tropezaba con la gente Traía puesta la sonrisa de mi infancia Y jugaba con mis sueños en la arena de la tarde Que se congele la inocencia y nos alcance El tiempo que no tuvo afán Que no es principio ni final Y miraba a mi abuelo asomarse tras la reja Con sus ojos ver como hablaba las historias De la guerra del Perú La selva, la juventud Los años que le dejaron todo Tengo en la sangre tierra de fuego de mi Galeras, de mi Galeras Un Carnaval de Blancos y negros Que se levanta con los eneros En el pecho un latido de un son sureño Y miraba con ensueño los días de aquellas tardes Donde la risa se abrigaba al fogón Y los canarios callaban y la noche se asomaba Para recostarnos en los brazos del silencio Viendo los sueños pasar De la montaña hacia el mar Viendo los sueños pasar Llevo en mi cielo la cruz del sur Y los poemas de don Aurelio Caminito de vuelta al pueblo de mis abuelos De mis abuelos En el pecho un latido de un son sureño Mi pasado es mi presente, Raíz que llevo en el alma Que me recuerda donde voy Que me recuerda lo que soy Y me recuerda lo que tengo Tengo en la sangre tierra de fuego de mi Galeras, de mi Galeras Un Carnaval de Blancos y negros Que se levanta con los eneros En el pecho un latido de un son sureño Llevo en mi cielo la cruz del sur Y los poemas de don Aurelio Caminito de vuelta al pueblo de mis abuelos De mis abuelos En el pecho un latido de un son sureño