No me dejes solo con esta agonía. No claves puñales en mi garlochí. Tú no te das cuenta, compañera mía, Que yo sin tus clisos no puedo vivir. Serrana, no te da pena De verme penando como un desgraciao. Me abriera por ti las venas Con tal de que sigas pa siempre a mi lao. Vente tú conmigo a vivir en paz, Que yo no hice daño para este castigo Que me quieres dar. Por treinta dineros no vender mi bien, Ni corteis del tallo la flor de un te quiero, Que vale por cien. Llorando te digo, vámonos los dos, Serrana del alma, vente tú conmigo, Por amor de Dios. Por treinta dineros no vender mi bien, Ni corteis del tallo la flor de un te quiero, Que vale por cien. Llorando te digo, vámonos los dos, Serrana del alma, vente tú conmigo, Por amor de Dios.