¿Quiere escuchar mi historia, señor? Soy de la Chacarita. Con permiso del camalotal, Con adobe, alcé mi casita. No hay paisaje más bello, señor, Que el de nuestra bahía. Ni el pincel del más bueno y más noble pintor Pintó cosa más linda. Mi casita fue iglesia, señor, Al unirme a mi amada, A la luz de la luna, con su cunuhú, Esperé la alborada. En el río modula su voz, Doliente, una guarania. En canoa de penas rema un pescador Su angustioso mañana. En el charco más grande, señor, Hay música de ranas. El yu-í pacová canta su letanía Prendido a una rama. Y mañana es volver a empezar, Empezar la jornada, Pero siempre empezar Y volver a empezar, Esperando el mañana. Pero toda esta estampa borró La lluvia del verano. La crecida del río llegó con su canto De penas y angustias. Mi casita su puerta perdió, La invadieron las aguas. En canoa de penas subí, emigré, Emigré hacia la altura. Pero un día a mi hogar volveré, Erguiré sus paredes. Aliado al trabajo, al sol, a la fe, Crisol de mi esperanza.