En una casa de salud se sienta ella en tenue luz,
Día tras día es igual, sin sonreír, ni adónde ir,
No es como quisiera vivir, suscistir en su soledad,
Solo aguarda que alguien vaya a visitar,
Tal vez hoy sea cuando una amiga va a llamar.
Quiere un poco de amor, no más.
Al más pequeño quiero amar, iré por donde tu me guíes,
Hazme saber a quién debo ayudar, muéstrame dónde Dios está.
Duerme sobre un viejo colchón, en un oscuro callejón,
No tiene nada qué comer, y aunque alguien diga en baja voz,
Cosecha lo que él sembró, no hay como su dolor saber,
Se nos juzgará por lo que hemos de dar,
Según cómo, por quien sufre, vamos a velar.
Sus cargas podemos llevar.
Al más pequeño quiero amar, iré por donde tu me guíes,
Hazme saber a quién debo ayudar, muéstrame dónde Dios está.
Su vida no tiene razón,
Ya lleva años en prisión, su oscura celda es su hogar.
No sé qué crimen cometió, pero eso no lo juzgo yo.
Él ante Dios cuentas dará.
Lo que el Padre sólo espera de mí,
Es que yo perdone como Él me
Perdona a mi, y ayude a quien vea sufrir.
Al más pequeño quiero amar, iré por donde tu me guíes,
Hazme saber a quién debo ayudar, muéstrame dónde Dios está.
Pues al servirles creo yo,
Que he de sentir la forma de mostrar mi amor por ti.
Al más pequeño quiero amar, iré por donde tu me guíes,
Hazme saber a quién debo ayudar, muéstrame dónde Dios está.
Muéstrame dónde Dios está.