Otros que hablen de la suya, yo voy a hablar de la mía, de mi patria mexicana y de su bandera por la profecia. El destino de mi patria, Dios con su dedo escribió, profeticamente hablando, llegaría a ser una gran nación. Deborando una serpiente, sinónimo de pecado, una brava águila real, en su escudo está plasmado. El blanco habla de pureza, el verde de sus praderas, y el rojo habla de la sangre que muchos por ella dieran. La serpiente es el pecado, y el águila realeza, el pecado y la maldad no podrán acabar con su grandeza.