Hay un cuerpo inerte en el arcén Que ahora se decide a resucitar. Hay un cañón que apunta a mi sien Y una rubia espectacular... Aunque te diga que ahora estoy bien Estoy a punto de fugarme a Madagascar. No sé qué haré ahora que te tengo lejos. Espero encontrar tus ojos de lucero Por algún lugar de la circular Y acabar brindando con vino. Habrá canciones que retumben Los callejones de Cuatro Caminos. Te cantaré este verso tan cutre como sincero. Hay un pobre yonqui en el Campillín Que no se cree que no tenga un cigarro Y me recuerda al hipopótamo que algún día fui Que amaba retozar contigo en el barro. Tú eres un cañón, también una bala Y yo soy Don Quijote y también La Mancha; Yo era el eucalipto, tú fuiste un koala Y ahora soy un muerto y necesito una pala. Y Ahora soy un muerto y necesito una pala. Ahora soy un muerto y necesito una pala, Antes soñaba despierto y volaba y volaba, Y cantaba y cantaba y me harté de adorar A la reina de Saba siendo yo Barrabás, Así que di marcha atrás y tuve un pequeño flash: Llevo meses interno en este hospital. Se alarga el invierno y ya no hay Navidad. Me pusiste los cuernos, no te culpo en verdad. Hay un cofre enterrado en una playa en Tahití, Hay una llave en el fondo del bar. Diez mil piratas ya navegan hacia allí Y yo me hundo en el fondo del bar. Hay una vela, un loro, una botella de ron, Una mierda de oro y un tesoro marrón. Sólo yo tengo un mapa con la dirección: Cuando me acerque a las rocas soltaré el timón. Cuando me acerque a las rocas soltaré el timón.