El hombre revienta su pulso abstracto Deseando los ojos de un búho asustado Atento al desierto al mal de la sed, Creado a la imagen del susto de ayer Distancia de migas actuales complejo de actores no-vocacionales Funesto destierro del tajo perfecto Erecto entre cifras de nueces del bien En el ombligo de Dios En el ombligo de Dios En el ombligo El hombre especula sus aspiraciones Abriendo la boca, manzana que invoca Producto de brujos de cuentos de Hadas, caen gotas mareadas, salidos de sal Aullido de lobos en celo, mujeres que inundan de miedo el amor Y un mar tan entero cubierto de cunas vacías A punto de dar a luz En el ombligo de Dios En el ombligo de Dios En el ombligo En el ombligo de Dios Cuarto menguante se convierte En el ombligo de Dios En la sonrisa proveniente De una viuda sin miedo al dolor Como en un cuadro de Chagall En el ombligo de Dios Música irradia, radio de cera En el ombligo de Dios Mugre de un mundo hurgando tu stock En el ombligo de Dios Agua estancada es lo que queda Lloviendo el jugo de aquella micción Mojando el cuadro de algún Chagall Volando el espejo que roba cenizas, Futuras tarifas que paga el reflejo Violines que anuncian la aurora de miles, Perfiles que alumbran espacios sin horas Rincones de un tiempo esclavo Chagalles que perforan Y hacen trizas la razón Mientras el cuerpo te atesora En el ombligo de Dios En el ombligo de Dios Cuarto menguante se convierte En el ombligo de Dios En la sonrisa proveniente De una viuda sin miedo al dolor Como en un cuadro de Chagall