Tan lánguida tan leve y tan sublime, Cual de la luz del tímido temblor Es su piel que parece cuando oprime Que no tiene más peso que una flor En una flor debió de haber nacido Y a veces se diría que su piel Es un velo traslúcido tendido Sobre su fino cuerpo de clavel Y al través de su carne transparente Como al través de un vaso de cristal Se mira dilatarse la corriente De su sangre de púrpura ducal. Y al través de su carne transparente Como al través de un vaso de cristal Se mira dilatarse la corriente De su sangre de púrpura ducal.