Somos mil manos haciendo un túnel Desde las minas hasta las nubes. Somos cizallas contra el candado, Final de un cuento nunca acabado. Somos la fuerza de la estampida. Somos el mundo patas arriba. Somos hijos de unos pocos Locos que dibujaron la salida. Caballo en Troya y en sus castillos Cientos de gritos contra el pestillo. Somos el preso libre entre rejas, Pasamontañas rompecabezas. Somos el llanto y la carcajada, Los empujones a la alambrada. Somos los que fueron tanto siendo nada Y en ese pozo de ley y de orden De sucias sombras de servidumbre Pasa que ustedes nos odian, Pasa que ustedes nos odian porque... Somos los hijos de los versos, De los poetas y los presos, La voz que grita entre los huesos De las cunetas para despertar Al universo. Somos el odio, contra el garrote, La disidencia que sale a flote, La noche al raso, el fugitivo. Somos el puño con el latido. La primavera más valenciana, Somos la escuela multiplicada. Somos los que fueron tantos siendo nada. Y en ese pozo de ley y de orden De sucias sombras, de servidumbre Pasa que ustedes nos odian, Pasa que ustedes nos odian porque... Somos los hijos de los versos, De los poetas y los presos, La voz que grita entre los huesos De las cunetas para despertar Al universo. Él soñó siempre con verte, Gloria a ti, a ti mujer de preso. Le causó pavor la muerte Gloria a ti, a ti mujer de preso. Él soñó siempre con verte Gloria a ti, a ti mujer de preso. Le causó pavor la muerte... Gloria a ti. Somos los hijos de los versos, De los poetas y los presos, La voz que grita entre los huesos De las cunetas para despertar. Somos los hijos de los versos, De los poetas y los presos, La voz que grita entre los huesos De las cunetas para despertar Al universo. Él soñó siempre con verte, Gloria a ti, a ti mujer de preso. Le causó pavor la muerte, Gloria a ti.