Bonito día soleado imposible de olvidar, El miedo se apodera de la estatua de la libertad. Alarmas y sirenas, polvo que no deja respirar, Miento si digo que me lo puedo creer, pero debo preguntar: ¿Qué hicisteis en Nicaragua? ¿Quién bombardeó Vietnam? En Bahía de Cochinos, ¿Quién perdió la dignidad? Hiroshima y Nagasaki, ¿Quién del mapa las borró? ¿Quién impone y quién aplasta con total impunidad? Sólo un día la guerra en casa, el olor a carne quemada, El mundo tiembla, la bestia encaja el dolor. No lloro por tus muertos, ni una lágrima me va a caer Hasta que no deje de hacerlo por los que me ocultas, Las víctimas de tu avaricia, de tu afán por dominar, Verdugo del que nunca te va a obedecer, ni se inclinará a tus pies