Me perdí,
Buscando en un verso entre sangría,
Pare el corazón por nada,
Pues siempre estaba callada.
Se resbalan como sudores,
Los sueños de verdes noches,
De miles de lunas,
Con su cara oscura,
Que me mandan aullar,
Mientras se mueve el colchón,
Donde estamos,
Mi nada y yo.
Se desnuda tu sonrisa,
Y tan cerca que me calcome el alma,
La nostalgia de las noches pobres de sentimiento,
Cuando solo quedaba un chorro pegado en el techo,
Y algo que rima,
Viviendo tus versos.
Perdí,
Entre noches meadas por soles,
Doné parte de mi mano para deshacer la habitación,
Donde los sueños,
Se mezclan con tus pechos,
Aquellos que con el frío llegan pidiendo pasión,
Que me mandan aullar,
Cuando te empiezas a acercar,
Donde siempre,
Me dejo la razón.
Se desnuda tu sonrisa,
Y tan cerca que me calcome el alma,
La nostalgia de las noches pobres de sentimiento,
Cuando solo quedaba un chorro pegado en el techo,
Y algo que rima,
Viviendo tus versos.
Se acostumbras las verdades,
A tu pelo de rastas limpias,
Porque la mugre se quedó en algún colchón,
Cuando nos fundimos el frío y el calor,
Que casi siempre pierdo yo,
Que casi siempre pierdo yo,
Por llevarte a la luna.
Se desnuda tu sonrisa,
Y tan cerca que me calcome el alma,
La nostalgia de las noches pobres de sentimiento,
Cuando solo quedaba un chorro pegado en el techo,
Y algo que rima,
Viviendo tus versos.
Se acostumbras las verdades,
A tu pelo de rastas limpias,
Porque la mugre se quedó en algún colchón,
Cuando nos fundimos el frío y el calor,
Que casi siempre pierdo yo,
Que casi siempre pierdo yo,
Por llevarte a la luna.