Me despido de ti, Voy caminando como si fuera el diablo Que come de tu mano. Que vuelvo a sonreír Ensimismado como un gato En la ventana del tercero Mirando al tendedero. Cansado de competir, voy con tu ira, Ya he perdido el norte de mis palabras, Que me invento a dónde ir. Y de repente te recuerdo, y te paseo por entre medio y del Madrid más solitario. Y, desde ahora ya me dejo, ser el juguete de tu flor, en cada día del calendario. Y aguantando la respiración que bajo el agua no hace falta Y ya para dormir me guardo bajo de tu falda. Me despido de ti, Y lastro el yunque de tus fotos entre las sienes, Y las vias de tu tren. Estás tan lejos de aquí, que andando tardaría toda la vida, Solo espero que me silves para ir. Que vuelvo a decidir y que me dejo ir en las fauces del destino Y que me fio de lo que está por venir. Y de repente te recuerdo, y te paseo por entre medio y del madrid más solitario. Y, desde ahora ya me dejo, ser el juguete de tu flor, en cada día del calendario. Y aguantando la respiración que bajo el agua no hace falta Y ya para dormir me guardo bajo de tu falda. Y aguantando la respiración que bajo el agua no hace falta Y ya para dormir me guardo bajo de tu falda. Que sí, que no hay color que el que hay pintado entre tus ojos, Ni más liana que en tu pelo, que me escondo en tus besos, Que tu boca es mi trigal donde vuelvo a tener los pies en el suelo, Y el suelo en tu cielo, la cosa que más quiero.