Vivo aconsejando cosas que no me aplico Me aplico ciertas dosis de saber estar Y sé que estás pensando que nunca te lo explico Y así ya no comprendes mi modo de funcionar Y a veces tengo que hacer mal las cosas Para que me riñan De pronto mi demonio se convierte en una niña Preciosa, llorosa Y de pronto todo vuelve a ser de color de rosa No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo Paseo por tu cuerpo mi cuchillo Y rebano mi mano Y juro que si lo haces bien no chillo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo Cien veces te he querido Cien veces te he escuchado Cien veces me he querido Cien veces me has odiado Paseo por tu cuerpo mi cuchillo Y rebano mi mano Y juro que si lo haces bien no chillo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo Paseo por tu cuerpo mi cuchillo Y rebano mi mano Y juro que si lo haces bien no chillo Cien veces te he querido Cien veces te he escuchado Cien veces me he querido Cien veces me has odiado Paseo por tu cuerpo mi cuchillo Y rebano mi mano Y juro que si lo haces bien no chillo Y a veces tengo que hacer mal las cosas Para que me riñan De pronto mi demonio se convierte en una niña Preciosa, llorosa Y de pronto todo vuelve a ser de color de rosa No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo No sudes por intentar entenderme No le quites la gracia Que a veces no me entiendo ni yo