¡Aquí espíritus libres Honren a quien llegó! Un proyectil de plomo Porta en su corazón. Vacío de sangre llega, Con ella regó el hall, Claustro donde la magra La vida le arrebató. Recios brazos lo alcen Destino hacia el fulgor Donde mora el partisano Insurgente y luchador. ¡Te lloren los justos! ¡Los bardos te canten! Y maldigan la bala Que secó tu semblante. A negar su crimen vil Corre el carnicero, Afilando su cuchillo Para un muerto nuevo. Parias libertarios De cráneos baleados Se alzan de cunetas Para un postrer abrazo. Espectros del barro Que besarte no pueden Pues solo huesos son Y labios ya no tienen. ¡Les canten los bardos! El odio que sienten Al cuajo podrido, Asesinos de verde Que con celo velan Amo y caja fuerte, Sordos y brutales Con su propia gente. ... Su obediencia de perros, Cascos, porras y medallas, Trofeos de contiendas Contra gentes desarmadas Los héroes los repudien Y Tú, siente el candor, El amor de los pueblos Que el fascio estranguló. ¡Te lloren los justos! ¡Los bardos te canten! Y maldigan la bala Que secó tu semblante. A negar su crimen vil Corre el carnicero, Afilando su cuchillo Para un muerto nuevo. ... Evadiendo los cercos, Esquivando las balas Burlan hombres de hierro Su muerte anunciada Carne de saca en pozos O con fardo de mortaja Que rasgan tiburones Con dientes de cizalla. Garrote al Corredera, Santi Marrero cazado, Antonio González Ramos Y su cuerpo destrozado, Bartolomé acribillado Por sicarios del Estado Y ahora Javier Quesada Colma el maldito listado.