Preambulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj Piensa en esto Cuando te regalan un reloj Te regalan un pequeño infierno florido Una cadena de rosas Un calabozo de aire No te dan solamente el reloj Que los cumplas muy felices Y esperamos que te dure Porque es de buena marca Suizo, con áncora de rubíes No te regalan solamente ese menudo picapedrero Que te atarás a la muñeca y pasearás contigo Te regalan, no lo saben Lo terrible es que no lo saben Te regalan Un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo Algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo Que hay que atar a tu cuerpo con su correa Como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días La obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj Te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías En el anuncio por la radio, en el servicio telefónico Te regalan el miedo de perderlo De que te lo roben, De que se te caiga al suelo y se rompa Te regalan su marca Y la seguridad de que es una marca mejor que las otras Te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes No te regalan un reloj Tú eres el regalado, A ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj