De tus ojos verdes Brotaba el mar Oscuro de la tormenta Cuando nadie mira y yo Que te quería Hasta volverme espuma Ramillete de venas La sed, la sal y agua revuelta Tu te fuiste de mi vera Como se me fue Dios Inevitable y despacio Sin dejarme que te viera Metamorfosis, el miedo Y todas sus mutaciones Golpeando a ciegas. Yo que labré tu silencio Con todos los poemas Mírame las manos Con esos ojos tuyos Trágicos y dulces Como sangre entre las piernas. Hay minerales creciendo Parecen estatuas griegas En jardines abandonados Repleta voy de heridas vivas Por veredas y cañaverales, Velatorio de algo muerto Siempre resucitando La ceniza es un diamante Que no mereció la pena. Yo que te quería tanto Mi amor Yo que casi me quería Éramos Flores en el Asfalto Mi amor íbamos a lograrlo Mira la noche Mira como brillan las estrellas A veces La ceniza es un diamante Que no mereció la pena