Una iglesia de humo Lucen brea por oro. La catedral de polvo Que nutre, Una pesadilla sobre témpanos de hielo; ¡mira! Llenan su barriga de tus ideas, Todo se aprovecha. Llenan su barriga de la conciencia Que hay en tus esfuerzos, ¡sigue! Justo cuando los mataste lo viste: Un nuevo dios, Un progreso salvaje, Sois libres. Lo llamas paz Y esto es su ausencia Desde una cárcel de cristal - (Estás) Crees que ya eres alguien, No te importa nadie, Con el aire justo para respirar. Una iglesia de humo Luce brea por oro. Monumento a la ruina, Mira arriba. Dejas que decidan el color de nuestro cielo, Y te enferman y recurres a su receta. Humo, sal y ceguera, Sistema que apuntala sus nuevas ruedas Con tu causa y tus fuerzas, sigue. Un copo artificial de nieve resiste Bajo el calor de este invierno Para tí que lo pides. Lo llamas paz Y esto es su ausencia Desde una cárcel de cristal [Estás] Crees que ya eres alguien, No te importa nadie, Con el aire justo para respirar. Oda a la infamia, Otra iglesia de humo, Otro coloso de oro entre muros, Capas de brea para el niño desnudo. Un dogma nuevo, Un monumento a la ruina. Oda al fuerte, a quien más codicia. Bautismo de hambre, bautismo de humo, Bautismo ignorante bajo la lluvia... acida. ¡Ni el cielo nos da tregua, in saecula! Lo llamas paz Y esto es su ausencia Desde una cárcel de cristal [Estás]. Crees que ya eres alguien, No te importa nadie, Con el aire justo para respirar.