Ella es Alula, Siempre que puede... me hace la pirula. Y tiene su encanto, cuando me atraganto... Me atraganto en el mar de sus dudas. A veces le canto y desafino, Buscando atinarle a mi destino. Pero ella se quema, Volviendo negro lo que corre por las venas. Entonces disimulo... Le unto a mi cigarro una sustancia sideral, Que deja que Alula, desde su nube... Siempre me haga la pirula... al despertar. Somos dos invitados. Uno está oculto... El otro, todavía no se ha registrado. Dejemos que Alula, desde su nube Siempre me haga la pirula... al despertar. No somos tus lacayos... Ni tus amantes... Ni te rezamos... No es como antes. Te presto el corazón y me esclavizas. Me dejas de maltrecho... hecho cenizas. Que no estamos locos, Será que no podemos parar. Ahora no dejaremos de patalear. Lo haremos por un moco, Por poco más de lo que nos das, Después de comernos el coco. Ella es Alula, Siempre que puede... me hace la pirula.