Ni siquiera oigo las voces, Que se escapan de mi vera, Ya no quedan más canciones Ni siquiera. Ni siquiera me acordaba, De que a mí nadie me espera, Esperando ya no espero Ni siquiera. Ni siquiera o si no quiera, q Ue te marches de mi vera, Oigo voces que me dicen: ¿A qué esperas? Aunque a veces me despida, Y me cuelgue en mi sesera, Que quererme un poco puedas, Ni siquiera. Hoy camino un poco loco, Como siempre me equivoco, Ni mirando, ni escuchando Por la acera. Porque os oigo a todas horas, Me pregunto por qué lloras, Porque a mí nadie me espera Ni siquiera. Con todo lo que te has comido compraría una verdad, Me salvaré como hizo Cristo, haciéndome mistos, Si ni siquiera me has oído, vuelves loco por privar, Luego dirás que yo no he sido y así me despido. ¡Ay! qué trabajo que me cuesta quererte como te quiero, Si ni siquiera me molesta ser sincero, Les pediré con mucha pena que rebajen la condena, Me moriré de no haber sido el que está contigo. Si ni siquiera me has oído, vuelves loco por privar, Luego dirás que yo no he sido y así me despido