Derretir este invierno insípido, una hoguera con mis libros de poetas snob. Qué iba hacer si me jodía de frío, hay pavesas en el aire de Poeta en New York. No, ya nunca ofrezco tabaco no, ni invito a nadie a cenar. No, como se entere tu viejo no, corta mi espina dorsal. Rozar lo fino y lo bastardo, el amor y el deseo. Mezclar dolores y un orgasmo, machacar el mortero. Besar la frente al mismo diablo y vender nuestro cuerpo al dinero. Ser más duro que el corazón del espino negro. Cinco sentidos a punto, no quiero morir borracho, intoxicado o en shock. Doblar consciente y seguro, no vaya perderme de este circo el punto y stop. ¿Quién puede decir que la muerte no es una grata sensación?