Quisiera haberte dicho cuanto te quiero princesa Y escapar contigo donde no haya sitio pa más, Seguirte a cualquier parte, pero a veces soy cobarde Y en mitad de los senderos suelo dejar de andar... Quisiera transformarte las mentiras Para que al llorar te rias, ser el mismo que el de Tu realidad... Pensar que con tus pasos van los míos Dibujandote el camino... Quisiera dedicarte más canciones de las que hay en los Cajones Que cerré y no puedo recuperar... Dormirme cada noche con tus ojos en el techo Y volver a verlos en los sueños y al despertar... Quisiera prometerte que no me marcharé lejos, Que seré tu aliento cuando pares a descansar... Que tu colchón siempre será mi templo Y mi corazón tu espejo... Pero estoy hecho del humo que queda por los callejones... Cuando se cierran los bares, cuando la razón ya no entiende de razones... Y ahora siendo sincero me voy a marchar, que al final Siempre acabo perdiendo... Y prefiero no quedarme quieto... Prefiero ser el eco de un recuerdo y reposar entre tus dedos Como el rastro de una estrella fugaz, Dejando alguna cosa en el tintero como el beso de un te quiero Y las promesas que no se cumplirán... Porque estoy hecho del humo que queda por los callejones... Cuando se cierran los bares, cuando la razón ya no entiende de razones... Y ahora siendo sincero me voy a marchar, que al final siempre acabo perdiendo... Y prefiero no quedarme quieto... Pero estoy hecho del humo que queda por los callejones... Cuando se cierran los bares, cuando la razón ya no entiende de razones... Pero estoy hecho del humo que queda por los callejones... Cuando se cierran los bares, cuando la razón ya no entiende de razones...