Hurgando un recuerdo la encontré En la melodía de mi sangre Tu cielo extraña a mis pies Y mi cara busca aquel semblante Solitario en la multitud Un sendero poblado por nadie En el movimiento amansador De esta celda oscura y navegante Ay! Verte llegar! Calmar mi sed! Y ahora te subes a las nubes y te vas... Entre las espinas del dolor Tu piel se convierte en mi ayudante La lluvia calma el calor Brinda con mi voz y hace que cante Ah! Verte llegar! Calmar mi sed! Y ahora te subes a las nubes y te vas... Y te vas...