Trece mil Quinientas Cinco lunas. Escondiendo y enseñando sus filos Atrayendo y escupiendo las olas De pleamar A bajamar Mareas muertas y vivas Que en su danza Desencadenan el baile de los cebos Que espera ansioso El estoico anfitrión del polvo. El ballet salvaje se presenta Ante los ojos del despierto, El que busca entre la espuma Un escape indoloro. 'Sumérgete' Se decía a sí mismo. 'Deja que te lleve la resaca' Y cuando su mente se había perdido En el mar, Una luz le distrajo y apartó su mirada De aquella inmensa vastedad, Enfocando aturdido encontró el fuego, Alzándose sobre las cabezas Rugiendo como un vehemente MONSTRUO A través de una impetuosa Y reluciente combustión. En el fondo de aquel sobrecogedor paisaje, La luna roja esperaba. 'Voy a por más madera'.